lunes, 19 de noviembre de 2012

El imperio antiguo

En el siglo III a.C, Manetón, un sacerdote egipcio helenizado, escribió en griego una historia de su país, que dividió en tres grandes periodos, imperios antiguos, medio y nuevo, en cuyo transcurso reinaron 26 dinastias. Este esquema ha venido manteniéndose tradicionalmente en todos los estudios históricos.  
Tras unificación del reino, la capital se estableció en Tinis, y dado que Egipto estaba mas aislado y mas al abrigo del invasiones e influencias extrañas que Mesopotamia, no tardó en prosperar, desarrollando una notable actividad comercia. El rey (faraón) disponi de un ejercito regular y de una eficaz burocracia centralizada. 


Estatua de Menkaura
Con la tercera dinastia ( a partir de 2778 a.C) la capital se trasladó a Menfis y se acentuo el centralismo, como etapa previa  para la culminación del poder absoluto del faraón. En esta época se construyeron las famosas pirámides y el país vivió un momento de esplendor en un relativo aislamiento. Los campesinos no debían esforzarse demasiado para obtener, gracias a la crecida periódica del Niño, dos cosechas anuales, por lo que en época de de inundación prestaban su trabajo para la construcción de obras públicas y monumentos. 


Las tres pirámides: Keops, Kefrén y micerino.

La monarquía absoluta dominó Egipto hasta mediados del III milenio, en que determinados cargos importantes se hicieron hereditarios y creció el poder de los sacerdotes. Se dió así una situación de feudalismo que ocasionó  la disgregación del poder, hasta el punto de que los gobernadores de las provincias (nomos) actuaban como si de hecho  fueran independientes. 

La enciclopedia del estudiante/ 09 historia del arte/ páginas 34 a la 39

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